Invitada por
“Yo, la que olvidaste”, procedo a exponer algo más de mi inner self acá en El Lado C.
Las 7 cosas que amo de mí:1.- En primer lugar, mi
sentido del humor. Así es; tengo absolutamente claro y comprobado que todo a mi alrededor me da motivos para reírme. A veces a modo de inocente burla, otras como la causa de la mejor talla de la vida. ¿¿¿Que la risa abunda en la boca de los tontos??? Bah, eso lo dijo un weón amargao y si me lo encontrara de seguro me reiría en su cara de la estupidez que inventó.
2.- Mis
manos, hábiles arañitas incapaces de estarse quietas. Desde que tengo memoria, ellas no han parado de dibujar, coser, tejer, bordar, pintar, producir figuritas de papel maché, aritos, collares de mostacilla, pulseras de macramé, y cuanta cosa se me ocurra. Yo lo imagino y ellas lo hacen. Son lo máximo. Y sirven para millones de cosas más!
3.- Mi
imaginación, me divierte, me distrae, me saca de la vorágine maquinística de la rutina santiaguina, me entretiene cuando tengo que hacer colas, cuando voy en el metro sola y sin MP4 o libro, en fin, es el productivo encanto de mi tiempo “ocioso”.
4.- Mi
seguridad,
confidence. Es algo en lo que tuve que trabajar, y mi vida me ha otorgado las oportunidades perfectas para hacerlo. Es una cualidad que valoro mucho, porque es fruto del autoconocimiento y de la autoaceptación (o como se llame, tal vez estoy pasando a llevar a la RAE, si es así, lo siento RAE).
5.- Mi
sonrisa, es frecuente, profundamente sincera, y extremadamente poderosa.
6.- Mi
curiosidad, que me hace necesitar aprender algo nuevo, lo que sea, a cada rato, constantemente. Me encanta ser capaz de interesarme en casi cualquier tema, desde cómo sacar un chicle pegado a la ropa hasta el descubrimiento del autorretrato de Miguel Angel en el fresco de la Crucifixión de San Pedro. Es extenuante y maravilloso.
7.- Mi
cara. Me encanta, la encuentro linda, me identifica. Me gustan mis ojos que son del tamaño justo, mi nariz que se parece a la de mi papá, mis pómulos marcados como los de mi abuela y sus ancestros de no sé qué tribu precolombina del sur. Mi boca que es exacta y permanentemente colorada. Debo mencionar, además, mi pelo largo, sin el cual mi amada cara sería una bola paliducha y brillante con un montón de bultitos al medio.
Y bueno, ahí van siete cosas que amo de mí. Todo aquel que lea esto queda invitado a realizar esta homework, ya sea en sus blogs o a modo de comentario, como prefieran. El que no lea, también queda invitado pero da lo mismo porque nunca lo sabrá.
Debo decir que soy la mina más ególatra de Chile, por lo cual disfruté descaradamente escribiendo esto
Y un abrazo a “Yo, la que olvidaste”, que próximamente estará de cumpleaños :-)
Gracias por invitarme a hacer esta tarea!