Día 1 en la vecindad.

Mi casa es un despelote. Y ya antes de mudarme tuve un altercado con un vecino que me enrostró lo desconsiderada que soy por no AVISARLE que me iba a vivir ahí con auto. Es que ahí todos se conocen y nadie sabía de quién era. Pfff...Tengo botillería cerca, una micro que me deja en el metro y que pasa desocupada, qué más le pido a la vida.
Hoy llegaré a organizar las toneladas de cachureos que he juntado en 25 años de vida, de los cuales espero desechar la mitad por lo menos. Y a limpiar de forma compulsiva.
La parte regalona de mi nuevo hogar es la central de operaciones, que reune los vestigios de casi todos mis hobbies. En ese lugar, y con la mirada acuosa de nostalgia, instalé el astillero, la sierra caladora, mis martillos, mis hojas de papel milimetrado, y todos mis trabajos sin terminar. Pronto se viene C en modo orfebre 2.0. No me importan mis manos tajeadas, ni mis uñas rotas, ni las quemaduras ni la vez que mi dedo fue atacado por el laminador. Volveré a mi sierra y mi soplete y a las tardes enteras fundiendo, calando, soldando, escuchando a Sol y Lluvia. I´m so Japiiiiiii!!!
Ya quiero que sean las 6 para irme a casa y dejarla impeke, lista pa la inauguración yeah yeah... :-)